El verano llega a su fin. De un plumazo hemos visto como el sol se escondía entre las nubes, huyendo de nosotros. Cada rayo calienta menos que el anterior.
Así que hay que guardarse ese calor que aun mantenemos en la piel.
Quizás así surgió este collar, con los rayos entrando por la ventana y el cielo aun azul entrándome por los ojos. Un azul plasmado en la flor de grandes pétalos aún sin abrir en un collar largo con cristales opacos color menta y cadena dorada. Reluciente :)
Tenía muchas ganas de hacer una flor de este tipo, muy diferente a las demás, y estoy muy contenta con el resultado, aunque sois vosotras las que teneis la última palabra, ¿salió bien?
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